Sin embargo, un estudio reciente informa sobre una pregunta importante para aquellos que experimentan pérdida de audición: ¿es suficiente solo escuchar palabras, o necesitamos también entender la intención emocional detrás de ellas?
El cerebro tiene una notable capacidad para responder al cambio - hasta el punto de reorganizarse después de una lesión traumática o una discapacidad sensorial, así como de permitir que el sistema nervioso se adapte a la pérdida de un conjunto completo de estímulos sensoriales.