Una pérdida auditiva es algunas veces relacionada con una "discapacidad invisible", puesto que no es una condición muy notoria y a menudo no se habla de ello. Estudios realizados demuestran que sólo 1 de cada 5 personas que podrían beneficiarse de un audífono lo usan y en promedio, las personas con pérdida auditiva esperan casi 10 años antes de hacer algo al respecto.